Llego a casa después de trabajar y me dispongo a tener mi momento de relax, con música variada de fondo con mi flamante y de la que estoy orgullosísima JBL Charge 4. Al reinstalar la debian de mi portátil éste fin de semana me ha tocado configurar el bluetooth, una tarea no demasiado compleja y que no requiere muchas habilidades, por no ser que sólo la hacemos una vez cada mil y nunca nos acordamos como era, así que nos perdemos en el concepto y entre haber pulsado todos los botones habidos y por haber, desistimos.
El funcionamiento de bluetooth es
1. encender ambos dispositivos 2. emparejar 3. conectar 4. reproducir/mandar señal de audio
¡Siempre pecamos por saltarnos el paso 2! así que antes para conectar dos dispositivos que no se habían emparejado antes, deben emparejarse. Si, al igual que los humanos (si lo comparamos con una óptica tradicional y reptiliana).
Según dice la tradición, para que dos personas se puedan conectar y transmitir flujo de datos (ya me entendéis…), antes deben emparejarse/aparearse. ¡Encima aquí los dispositivos pueden irse con otros!
La cuestión es que a medida que va evolucionando la tecnología bluetooth, además de la calidad de la señal, compresión, etc. vienen mejoras tan buenas como el emparejamiento con dispositivos similares para por ejemplo, ya que estamos hablando de altavoces bluetooth, conectar decenas de ellos para cubrir un área entera o el multi-emparejamiento, que permite tener conectado varios dispositivos (el comportamiento es que el último que manda señal de audio, es quien manda). Lo primero podría ser como la homosexualidad y lo segundo como el poliamor. Creo que aún está por venir, pero lo primero con lo segundo sería como una orgía de dispositivos conectados, digno de ver… ya en el futuro la depravación absoluta, todo con todo y a todas horas, ¡qué escándolo! ¡datos por todos lados!
El dicho dice que no le atribuyas sentimientos humanos a las maquinas porque simplemente no les gusta, pero es que la creación siempre es a semejanza de su creador y es que la tecnología al igual que lo ha hecho la especie humana, evoluciona, y en el caso de la tecnología, ¡mucho más rápido!
Aprovecho para recomendar una serie Russa, Better than us, sobre un robot que se salta la primera ley de Asimov de no matar a humanos, la evolución de la robótica y su influencia en las sociedades futuras.