Hoy me han salido dos debates sobre ética hacker, uno en el trabajo, dónde una compañera de trabajo nos ha pasado un cuestionario super básico sobre seguridad informática y centraba los peligros a los grandes males de la red como los virus, los troyanos, los ataques de pishing, robo de contraseñas, etc. etc. y todo se atachaba a unos tipos oscuros llamados hackers. Me recolijo cada vez que asocian todos estos males a esta comunidad transparente con esta forma de pensar, cuando en realidad están hablando de crackers o también mal llamados piratas informáticos (la piratería consiste en abordar barcos y yo precisamente ahora no tengo los pies remojados en agua).
La otra es la de un profesor que va a lanzar un artículo y habla sobre enseñar los peligros de la red a los niños pre-adolescentes a partir de casos reales, en enseñarles lo que se puede hacer con la tecnología y hacerlo sobre una base ética.
Según mi opinión un niño pre-adolescente no es capaz aún de entender temas tan complejos como el hacking ético, para ello se necesita experiencia no sólo técnica, sino también social. Toda esta experiencia no se adquiere en cuatro clases, sino sobre el terreno, el encontrarte con problemas y tener que hacer trabajar la cabeza para dar con la solución para resolver el problema tras haber encontrado otros de similares.
Para mi hacking es otra forma de arte, al igual que un pintor puede ser capaz de resaltar los colores mas bellos de la naturaleza, un hacker construye herramientas para mejorar la sociedad en que vivimos o directamente tal como estamos en buscar una alternativa que permita evolucionar hacia un mundo mejor.
Las herramientas que han desarrollado los hackers sobre la base del software libre ha permitido que el nuevo software fuese más seguro y efectivo y así sucesivamente en futuras versiones. Aplicaciones y herramientas de ataque basadas en el software libre han permitido desarrollar nuevos protocolos que han permitido una mayor optimización de los recursos de que disponemos, muchas veces al borde de las limitaciones que nos imponen los ISP y poquito a poco, desde hace varios años, algunos empiezan a construir sus propias redes y sus propios sistemas, realmente competitivos con las infraestructuras y plataformas cerradas.
La separación común del hacker bueno o el hacker malo es hacker y cracker, pero la clásica es black hat, grey hat y white hat. Estos términos se acercan un poco más a lo que realmente es la ética hacker, el ser constructivo o destructivo.
Es realmente complicado clasificar cualquier herramienta o infraestructura que tengamos, ya que siempre nos encontramos con una hoja de doble hilo, el que su uso puede ser para hacer el bien o hacer el mal, pero esto se trunca a la que cambiamos el punto de vista:
Un hacktivista usa una red para comunicarse con otros hacktivistas o con el resto de la población, una cosa que para un colectivo puede ser bueno, puede ser malo para un político el cual peligra su puesto con un suculento sueldo a fin de mes.
Un político puede estar usando herramientas desarrolladas por hackers para hacer su campaña electoral para luego estafar a todos los ciudadanos con la constante corrupción que ha vivido nuestro país durante tantos años.
Lo más importante es no tener miedo a encontrar herramientas para hacer el bien o el mal, siempre habrá una cosa que nació para mal y sirve para bien y viceversa, por ejemplo la fusión nuclear o la modificación genética.
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