Durante nuestra historia, la cultura ha sido como un gen que se transmitía entre generaciones, pero como en todas las cosas donde colabora varia gente para un bien común, siempre aparece uno que es mas listo y tiene menos moral que los demás, que aprovecha la recompensa del trabajo de unos muchos para uno solo.
En nuestro tiempo ahora unos pocos intentan sacar provecho de una cosa que representa la identidad de los pueblos, la escencia de la tierra y la brisa del aire.
Debemos estar atentos para que estos pocos, con su peculiar sistema de negocio a base de enlatar las voces de los autores, nos roben ahora nuestra identidad en un cambiante mundo globalizado.
Que será de nuestras raíces cuando llegue el día que al querer acceder a ellas debamos pagar importantes sumas de dinero o simplemente el placer de acariciarlas se libre a unos pocos privilegiados con las manos sucias de dinero las coleccionen como quien olvida fotos en un cajón.
La cultura es de todos y debemos luchar para que así sea durante lo que reste de nuestra existencia. La libertad de expresión debe existir siempre para que el pueblo pueda recordar sus antecesores y cuál es el real significado de la vida, el sentir que se es de alguna parte.
Aquellos que han olvidado quienes són y de dónde vienen, son incapaces de sentir la dulzura de la tierra húmeda y el ácido olor del invierno, son incapaces de diferenciar el bien del mal y con el tiempo se convierten en ogros que se nutren del esfuerzo de los demás, hasta el punto de esclavizarlos bajo sus grilletes de oro.
La cultura debe ser libre, y para esto es necesario que estas palabras se difundan boca a boca de la misma forma que las canciones de nuestros antepasados suenan desde la parte mas profunda de nuestros corazones.
Por una cultura libre, SIEMPRE!
Me encanta ser libre y ver a los otros tambien disfrutando del mundo. Tenemos el derecho de todos los animales, dueños de nuestros pasos y nuestras ideas. Siento mucho vivir en estos tiempos, ahora preso a las cosas y al trabajo para unos pocos se hagan estupidamente ricos. Ellos presos a sus jaulas de oro y nosotros a ellos. Espero que un dia mis hijos o descendientes conozcan un mundo mejor.